Ollie Trezise, de Maesteg, Gales, nació en febrero de 2014, fue diagnosticado con una rara enfermedad que causó un crecimiento desproporcionado de su cerebro a través de una grieta en su cráneo y en su nariz.
Su madre, supo a las veinte semanas de gestación que su bebé tendría una apariencia distinta. Los médicos le informaron que había un tejido blando creciendo en su rostro.
Algunas personas le dijeron que interrumpiera su embarazo ante el riesgo de que su hijo sufriera discapacidad y tuviera un aspecto anormal.
Pero ella alegó que sabía que lo amaría sin importar cómo se viera. Cuando dio a luz y sostuvo en sus brazos a su bebé por primera vez lo confirmó.
“Cuando me dieron a Ollie para que lo sostuviera, me sorprendió tanto que casi no pude hablar. Era tan pequeño, pero tenía un enorme bulto del tamaño de una pelota de golf en la nariz”, relató la madre.
Se sintió desconcertada, aunque no estaba dispuesta a rendirse. “Al principio no estaba segura de cómo iba a enfrentar la situación. Pero sabía que lo amaría sin condiciones”, dijo Amy.
Al pequeño lo apodaron “niño Pinocho” porque su nariz es parecida a la del personaje del clásico dibujo animado de Disney.
El rostro del pequeño Ollie atrae las miradas de todos y Amy ha tenido que enfrentarse a la crueldad de muchas personas que hacen comentarios hirientes sobre su nariz.
“Es absolutamente desgarrador. Una vez, una mujer me dijo que nunca debí haber dado a luz a Ollie. Casi rompo en llanto. Para mí, Ollie es perfecto. Él es mi pequeño Pinocho de la vida real y estoy orgullosa de él”, dijo Amy.
El bulto que creció en la nariz del niño era consecuencia de un defecto raro llamado encefalocele.
A medida que él iba creciendo, también le crecía su nariz y tuvo que ser sometido a un procedimiento quirúrgico en noviembre de 2014 para abrir sus fosas nasales y facilitar su respiración
“Después de la operación, Ollie tenía una enorme cicatriz en zig-zag en su cabeza. Debió haber sentido mucho dolor, pero a pesar de eso siguió sonriendo y riendo. Su positivismo hizo todo mucho más fácil para mí”, contó la madre.
Ollie se recuperó y ahora disfruta de una vida normal, le encanta estar en la piscina y jugar con Annabelle, su hermana mayor, su compañera de travesuras, según su madre, son los mejores amigos.
Después de ver cómo las personas miran y señalan a su hijo en la calle o incluso hacen comentarios que hieren su corazón, Amy quiere luchar sin descanso para crear conciencia sobre su condición.
“No quiero que ningún otro niño sufra por comentarios tan desagradables como los que recibe Ollie, creo que la mejor forma de combatir esto es educando a las personas. Prefiero que la gente me pregunte por qué Ollie se ve así en lugar de decirme que es feo, burlarse y señalarlo”, dijo Amy.
La madre de Ollie sabe que él posiblemente nunca se verá como los demás niños, teme que cuando empiece la escuela sea un gran desafío lidiar con los señalamientos que recibirá.
Aunque confía en que su hijo es tan divertido y encantador que es imposible no quererlo, resalta que no hay nada malo en tener una apariencia distinta y eso es lo que pretende inculcarles a sus hijos.
“No hay nada de malo en ser diferente. Ollie es un niño único, inteligente y divertido, y me sorprende todos los días. Él es mi pequeño y especial Pinocho, y jamás dejaré de amarlo”, resaltó Amy.
A través de su testimonio le recuerda al mundo el valor del respeto y de la igualdad, no te vayas sin compartirlo.
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